Vivimos en un mundo analógico en el que podemos percibir continuos y uniformes cambios en el color y en el sonido. Las modernas computadoras digitales guardan toda esta información como series de números binarios. Para almacenar información analógica en una computadora es preciso digitalizarla, es decir, pasarla a formato digital.
La digitalización es un proceso que implica el uso de un dispositivo de entrada, como un escáner de sobremesa o una tarjeta de sonido, para tomar millones de muestras del original. Dicha muestra podría ser un área de la imagen del tamaño de un punto; para el caso de un sonido, es un breve registro del sonido en un instante determinado.
El valor de una muestra puede representarse de forma numérica y, por consiguiente, almacenarse en una computadora. Puede obtenerse una representación de la imagen o sonido originales uniendo, por orden, todas las muestras.
Escáneres
Un escáner de sobremesa típico está compuesto por una cámara similar a la que se puede encontrar en cualquier videocámara. Dicha cámara se mueve hacia delante y hacia atrás a lo largo de la imagen original registrando para cada muestra la intensidad de luz roja, verde y azul de ese punto (el ojo humano tiene receptores de estos tres). La intensidad de cada componente de color está representada por un único byte; por tanto, un código de 3 bytes (24 bits) representa el color de cada muestra. El escáner envía cada código digital a la computadora, donde se almacena y manipula.
Digitalizadores de audio
El sonido digital es algo común en nuestros días; cualquier reproductor de CD es una computadora diseñada para convertir la información digital almacenada en un disco compacto en señales analógicas que pueden ser amplificadas y enviadas a los altavoces. En el proceso de grabación de sonido digital con un PC, las ondas sonoras vibran en el diafragma del micrófono conectado a la computadora, habitualmente a la tarjeta de sonido. La posición de este diafragma se muestrea con una frecuencia de 44.000 veces por segundo y su nivel se almacena como un número. Cuando mayor sea la frecuencia de muestreo, mejor será el sonido. Cuanto más sea la representación de las gradaciones del sonido, mejor será éste. Una muestra de 8 bits puede representar 256 niveles distintos, mientras que otra de 16 bits puede llegar a 65.536 niveles. Ya sea con sonidos o con imágenes, cuanto mejor sea el original mayores son los requerimientos de almacenamientos necesarios.

1 comentarios:

Pedro dijo...

excelente libros,

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